Sos lo que comunicás

La comunicación se ha convertido en los últimos años en un área esencial para cualquier empresa con serias aspiraciones de crecimiento y consolidación en el mercado. Los avances tecnológicos de los últimos años han ampliado las fronteras de lo posible en casi todos los ámbitos, pero especialmente en el comercio. Podemos entablar vínculos comerciales, dar a conocer nuestros productos y brindar soluciones para clientes situados en sitios remotos sin tener experiencia directa con el lugar o las personas con las que nos relacionamos. Las nuevas teconologías de la comunicación han multiplicado las posibilidades de relacionarnos y vender nuestros productos.

Los limites…¿qué límites?

En el pasado la comunicación entre emisores y receptores era más personal. Salvo las grandes corporaciones, la mayoría de las empresas o comercios no tenían la posibilidad de acceder a mercados masivos y dependían del “boca en boca” para alcanzar su público. Comunicación significaba hacer llamadas por teléfono, colocar un aviso en los clasificados de un diario o sentarse a esperar que algún transeunte se viera seducido por el cartel luminoso en la calle. “La vidriera “ era un lugar físico separado por un fino cristal.

En la actualidad, “la vidriera” es virtual y cristal ha sido reemplazado por pantallas luminosas que nos conectan con un mundo mucho más amplio que el de las personas que pasan frente a nuestro comercio. Sin embargo, para llegar al público que deseamos, necesitamos conocer las reglas del medio y dedicar tiempo y creatividad a un área hasta hace poco desconocida para las pequeñas y medianas empresas: el área de comunicación.

¿Si un árbol cae en el bosque y no hay nadie para escucharlo, hace ruido?

Esta antigua pregunta filosófica que cuestiona nuestra forma de percibir la realidad resulta muy actual y ejemplificadora del modo en que funcionan los medios de comunicación modernos. Se entiende que si no hay un receptor capaz de percibir el ruido del árbol al caer no hay manera de saber si el árbol realmente cayó. Del mismo modo funcionan los sistemas de comunicación en la actualidad. Conocemos el mundo a partir de nuestra relación con los medios de comunicación. Por eso es tan importante para cualquier negocio o empresa contar con una estrategia y medios de comunicación capaces de difundir nuestros productos, proyectos e ideas. Somos lo que comunicamos. De nuestra capacidad comunicacional depende que los otros nos perciban y puedan conocer nuestros productos, proyectos e ideas.

¿Estás comunicando lo que sos?

6 consejos útiles para tu web inmobiliaria

por Hernán Reyes
Director Creativo
PropImage

La web se ha convertido en la principal puerta de ingreso para nuestros clientes. A pesar de ello, todavía hay muchas empresas, estudios de arquitectura e inmobiliarias que creen que pueden vender sus productos de la misma manera que lo hacían hace 10 años y descuidan o ignoran la importancia de este medio para sus negocios.

La manera de comercializar propiedades ha cambiado mucho en 10 años, aunque muchas inmobiliarias parecen no haber tomado nota de este fenómeno. Mucho antes de que el potencial comprador llegue a estrechar la mano del vendedor, ya ha filtrado cientos, quizas miles de propiedades. Para elllo se basó principalmente en una cosa: la imagen.

Las nuevas generaciones de propietarios se sienten muy cómodas y seguras utilizando nuevas tecnologías. Un sitio web debe ser pensado desde el comienzo con esta idea en mente.

Estos son algunos de los principios básicos que hay que tener en cuenta a la hora de diseñar y desarrollar un sitio web para promocionar o comercializar propiedades:

1. Fotos
De acuerdo a una encuesta realizada en SIMA, España, en 2010, las fotos son el elemento que más valoran los usuarios a la hora de buscar propiedades en internet. Cualquier sitio inmobiliario que aspire a un grado mínimo de seriedad debe incluir buenas fotos de sus propiedades.

2. Precio
De acuerdo a la misma encuesta realizada en SIMA, el segundo elemento más valorado es el precio. A los usuarios no les sirve ver propiedades sin precio ya que es uno de los factores más determinantes a la hora de tomar una decisión.

3. Información sobre la zona
Excepto las grandes cadenas, la mayoría de las inmobiliarias concentran su trabajo en una zona o barrio. Si la inmobiliaria ofrece, además de propiedades, información relevante sobre el barrio en su sitio o a través de un blog esto no sólo puede ayudar a cerrar una venta específica sino que puede contribuir a fidelizar la relación con el cliente.

4. Accesibilidad
Ya sea que vendamos productos o servicios, el usuario debe tener rápido acceso a esa información. Las "intros" en Flash suelen ser largas, aburridas y, en general, no cumplen ningún propósito útil. Siempre obstaculizan el acceso a la información más importante. Nada que no sea necesario debe ocupar un lugar importante. Cuantos menos "CLICKS" o pasos haya que dar, mejor.

5. Usabilidad
En interacción persona-ordenador, la usabilidad se refiere a la claridad y la elegancia con que se diseña la interacción con un programa de ordenador o un sitio web. ¿Es fácil navegar el sitio para encontrar lo que buscamos o nuestros ojos dan vueltas recorriendo el sitio en busca de claves que nos ayuden?

6. Buscador
No siempre es necesario incluir un buscador para filtrar los resultados de una búsqueda. Si no contamos con una oferta de productos suficiente, filtrar una búsqueda, puede ser contraproducente ya que arrojará un número bajo de resultados. En cambio, si contamos con una oferta abundante de productos un buscador o un sistema de filtros se torna indispensable.

5. Actualización de datos
Para que un sitio web cumpla su propósito y sea recomendado debe mantener constantemente su información, productos o servicios actualizados.

6. Diseño
Vivimos una era en la que predomina el diseño por sobre el contenido, la imagen sobre la palabra o el objeto que representa. Del impacto visual que logremos generar dependerá el éxito de nuestro negocio. En la actualidad ya nadie duda del dicho popular que asegura que una imagen vale más que mil palabras. Más allá de la veracidad de ese dicho popular, es indispensable que la imagen que proyectemos esté a la altura de nuestro ideal.